Clases de Ballet

Los beneficios que la danza brinda, se potencian si la practicamos desde niños. Los tres años pueden ser un buen punto de partida para tomar clases de ballet, un tipo de danza que pueden practicar tanto niñas como niños. El prejuicio sobre los riesgos de estos últimos es un mito con el que hay que tener cuidado, para no escatimarle a la danza, como expresión cultural universal, el aporte que puede realizar a su desarrollo.

Clases de Ballet

Ante un comienzo tan temprano, los niños son guiados hacia el uso de las habilidades propias de su edad, en el marco de un aprendizaje generalizado. Los ejercicios de coordinación y las dinámicas de juego serán, a esta edad, la materia a desarrollar.

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Una vez que los niños desarrollan y dominan estas habilidades de coordinación, llegados los siete años pueden comenzar con las clases de ballet incluso a nivel profesional.
Hay que tener mucho cuidado con las proyecciones personales de los padres sobre sus hijos; ellos no deben ser quienes reivindiquen nuestras frustraciones.

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También hay que tener extremo cuidado con las exigencias y la coherencia de quienes impartan las clases de ballet, una actividad que exige una gran disciplina, e ingentes esfuerzos en la preparación física. Por lo tanto hay que investigar y conseguir las mejores referencias de las escuelas de ballet antes de decidir dónde enviar a los niños a practicar ballet.
La salud física y psicológica del niño depende en buena parte de ello.

Clases de Ballet

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Clases de Zumba

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La música, el ritmo y a la par la diversión pueden ser un buen ensamble para hacernos bajar de peso. Desde hace ya décadas se utiliza la música y sobre todo el ritmo para crear rutinas de gimnasia (rítmica, por cierto) que exigen el consumo de grandes cantidades de calorías, por lo tanto que hace que las quememos a veces a ritmos que a algunos le resultan difíciles de alcanzar.

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De hecho, como en cualquier otra actividad física exigente, ha habido algún accidente en alguna clase de este tipo de gimnasia. Las clases de zumba no han sido extrañas a esto y en algún momento se ha verificado algún episodio fatal en el que alguien que lo practicaba llegó a fallecer por un ataque al corazón.

Esto solo quiere significar que no necesariamente por ser divertido y producir buenos resultados en nuestros físicos, no debamos tratar a nuestros cuerpos con responsabilidad. Un buen chequeo médico antes de inscribirnos en clases de este tipo harán las veces de un seguro de riesgo.

Hace ya un buen tiempo se ha multiplicado la oferta de estas actividades sobre todo en las grandes ciudades hasta transformarse toda esta “movida” en una industria que alcanza un carácter internacional. Una parafernalia de prendas y productos al servicio de quienes toman clases de zumba se pueden encontrar en los gimnasios, tiendas de ropas de deporte, tiendas online. Lo mismo para cualquier otro tipo de gimnasia grupal. Transformándose en un negocio, solo queda a quienes practiquen tales modalidades cuidar el suyo propio, que es su salud.